Como un panqueque que tiene ancestros comunes con el chipá
Tapioca
Ingredientes
Cómo lo hacemos
La goma de mandioca
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Remoja la fécula de mandioca
Coloca la fécula de mandioca en un bowl y cubre con abundante agua. Revuelve hasta integrar. Deja reposar por lo menos 3 horas.
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Descarta el líquido
Pasadas las 3 horas, la mandioca habrá decantado y arriba quedará el agua separada. Descártala. El resultado es una goma firme. Sobre esta preparación, coloca un repasador limpio doblado para ayudar a eliminar el agua sobrante.
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Ralla la goma de mandioca
Ahora, rompe el bloque de goma de mandioca en pedazos. A cada uno de ellos deberás pasarlo por un colador para convertirlo en un arenado fino, o rallarlo con un rallador fino. Esto segundo, a mi criterio, es lo más fácil.
Si a los pedazos de goma de mandioca los dejas orear una media hora, el rallado será más sencillo. De lo contrario, puede ser que el rallador se pegotee. Se puede hacer de cualquier forma sin esperar este tiempo, pero recomiendo hacerlo. Este arenado fino puede ser almacenado en frasco en la heladera y dura varios días. Puedes hacer en cantidad y partir desde esta etapa para hacer la tapioca en futuras ocasiones.
Ahora ¡la magia!
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Haz la tapioca
Precalienta una sartén a fuego medio. Sin engrasar ni aceitar, coloca del arenado bien esparcido procurando cubrir toda la superficie de la sartén. No tocar. Si el relleno será salado, en esta instancia puedes agregar un poco de sal.
En un momento, sucederá la magia y todo se unirá y se despegará de la sartén.
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Agrega el relleno
Una vez que notes que la tapioca se despega de la sartén y todo se unió, puedes sumar el relleno: queso, por ejemplo, y doblar al medio la tapioca. Cocinar unos minutos más para que el queso se derrita y servir.
Hace poco supe que en Brasil comen la tapioca rellena de rodajas de banana y miel. ¡Suena rico! -
¡A disfrutar!
Note
Rellena con queso de vaca, queso de almendras, hummus, verduras, ¡lo que quieras! Va bien en cualquier momento del día.