Estos ñoquis son sanitos, livianos, veganos ¡y ricos! que no es poco. Casi todos sus ingredientes son fuente de proteína, con una rica salsa es una maravilla. ¡Animate a probarlos!
Ñoquis de espinaca y tofu
Ingredientes
Ñoquis de espinaca y tofu
Cómo lo hacemos
La masa
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Procesa todos los ingredientes
En una procesadora, coloca el tofu (escurre el agua que tiene así no aporta tanto líquido a la mezcla), la espinaca, la harina, el aceite y la sal. Procesa hasta obtener un arenado grueso, es decir, que la mezcla tiende a unirse.
A esta mezcla puedes sumarle la mitad de un huevo batido para asegurarte que los ñoquis no se desarmen.
Tienes que poder tomar un poco de la mezcla y amasarla hasta formar una pelotita o un cilindro.
Es posible que si el tofu tiene mucha agua necesites más harina para lograr la consistencia que buscamos. -
Forma los ñoquis
En una mesada enharinada, coloca la mezcla y forma una masa. Fracciónala y estírala, formando choricitos. Córtalos del tamaño que te guste y dales forma. Puedes usar la maderita típica de ñoquis o dejarlos como están. Igual estarán ricos :P
En esta parte es que puedes tomar una bandeja o la tapa de un taper grande y colocar una parte de los ñoquis, bien separados entre sí, para llevar al freezer. Cuando están congelados los puedes pasar a una bolsita. Para descongelar, cocinar directamente sacados del freezer en la salsa. En agua hervida se desarman mucho.
La cocción
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Hierve los ñoquis
Cocina los ñoquis en agua hirviendo con sal. Como todos los ñoquis del Universo, se cocinan hasta que flotan y pasa 1 minuto.
¡A disfrutarlos!
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Con salsa, con aceite de oliva...
Siempre quedan más ricos si terminas la cocción en la salsa. Si deseas hacer esto, tienes que sacar los ñoquis del agua hirviendo ni bien flotan y colocarlos en la salsa con el fuego encendido, cocinándolos 1 o 2 minutos más. También, en vez de salsa, puede ser una sartén con manteca o aceite y romero.
Si no, puedes ponerlos directamente cocidos en el plato con salsa o agregarle aceite de oliva y quesito directamente. ¡Qué ricor!
Siempre la salsa espera a la pasta, ¡no al revés!